jueves, 9 de octubre de 2008

Versus

La historia es sabida. Desde chiquitas el Príncipe Azul ha sido una parte crucial y constitutiva de nuestras vidas. Crecimos anhelando ser la Barbie de Ken, lloramos a la par de Ariel la Sirenita, soñamos con La Bella Durmiente, bailando y cantando al unísono “eeeeeeres tú, el Príncipe Azul que-yo so-ñé, eeeeres tú… lalalalala”. Más adelante fueron Romeo y Julieta, Leyendas de Pasión y Brad Pitt, pero la cosa seguía siendo masomenos la misma.

Ante toda esta parafernalia no nos quedaba otra que tirar la trenza por la ventana y esperar a que un apuesto y caballerezco joven viniera por nosotras.

Y como bien dice el dicho “todo llega en la vida”, ese añorado Ser un día llegó, pero con la armadura oxidada, birra en mano y preguntando “¿¿¿qué hay de comer???”

Supimos entonces que nos enfrentábamos ante dos mundos, el Azul –el de los sueños, las fantasías, la pureza, el amor eterno –, y el Real – el de las tapas de inodoro meadas, los calzones tirados por toda la casa, la jungla inatravesable de cables, enchufes y aparatos de todo tipo-.

Hete aquí pues la confrontación:

En el Mundo Azul, tu príncipe te pide que se vayan a vivir juntos porque ya no soporta esta situación: no puede vivir un minuto sin vos.
En el Mundo Real, tu príncipe te pide que se vayan a vivir juntos porque ya no soporta esta situación: no tiene un mango partido al medio y necesita dividir gastos y… “y bueno, por eso teneMOS que ajustarNOS”

En el Mundo Azul, tu príncipe te obsequia perfumes para que te sientas cada día mas linda.
En el Mundo Real, tu príncipe también te deja algunos perfumes… especialmente en el baño y después de las comidas.

En el Mundo Azul, tu príncipe te dice que sos el amor de su vida.
En el Mundo Real, tu príncipe te dice que sos el amor de su vida... después de su mamá obvio.

En el Mundo Azul, tu príncipe te mira dulcemente, se arrodilla, despliega un anillo de diamantes y pide tu mano.
En el Mundo Real, tu príncipe mientras mira -la tele-, te pide que te arrodilles/ expresa lo mucho que le gusta tu "anillo"/ agarra tu mano la pone ya sabés donde.

En el Mundo Azul, hacés feliz a tu príncipe estando a su lado.
En el Mundo Real, hacés feliz a tu príncipe diciéndole que la tiene muy grande.

En el Mundo Azul, tu príncipe te dice que sos la mujer más hermosa del mundo.
En el Mundo Real, tu príncipe te dice que sos hermosa, pero que si pudiese estar con Nicole Neumann bueno, se entiende… ¿quién puede decirle que no a Nicole?

En el Mundo Azul, tu príncipe expresa lo feliz y orgulloso que está de la hermosa relación que han construido juntos.
En el Mundo Real, tu príncipe te dice “che, está bueno esto que armamos, no? Me cabe. Qué aguante que tengo…”

En el Mundo Azul, tu príncipe es verdaderamente azul.
En el Mundo Real, tu príncipe a veces destiñe. Pero lo amás con toda tu alma... después de todo, vos tampoco sos una Princesa Rosa, ¿no?

martes, 7 de octubre de 2008

Las 10 máximas de una mujer cualquiera. Manual para la vida cotidiana

1- “Te llamo” solo implica una certeza: nunca más vas a volver a saber del sujeto

2- A preguntas como “¿estoy gorda?” o “¿me amás?”, solo caben dos respuestas posibles:
a- Una mentira
b- La dura realidad
Vos en lo más profundo de tu ser lo sabés. Mejor ahorráte el sufrimiento

3- Lo que no me acuerdo ¡no pasó!

4- Enamorarse del F*ck buddy no está dentro del contrato

5- Si de repente tu pareja te vuelve a parecer sexy, interesante, atractivo… tiene una amante

6- La dieta NUNCA empieza el lunes ¡Dejemos de autoengañarnos!

7- Tres galletitas Ser son light. Un paquete entero, no

8- En momentos de baja autoestima y ánimos grises hay tres puntos clave de los cuales recomiendo te mantengas alejada:
-la heladera
-la tarjeta de crédito
-tu ex

9- La línea divisoria entre “una copita mas” y Qué noche patética/no-tomo-nunca-más-en-la-vida es muy sutil. Muy. BE AWARE

10- No importa lo feas, gordas, desalineadas que nos veamos. No importa que hayamos salido en joggineta, sin bañarnos y con el pelo enmarañado en un gancho flúo. Nunca va a faltar aquel morocho bien predispuesto a levantarnos la autoestima con un simple “qué sessssi que so’ mamiii!, vení quel Néstor te hace feliiii”

domingo, 5 de octubre de 2008

Zzzzzzz

Quienes esten familiarizad@s con la serie Sex & The City, seguramente han de recordar ese capítulo de en el cual Charlotte se muestra preocupada porque su partenaire se duerme mientras tienen sexo.

"Hombres..." habrá pensado más de una, "son todos iguales".

Bueno... anoche pude transitar el mundo masculino por unos minutos.

Con la excepción de que la que se quedó profundamente dormida fui yo.

jueves, 2 de octubre de 2008

Si la ciencia lo dice...

Siempre pensé que, cuando de relaciones de pareja se trata, el feminismo no era muy bienvenido.

Convengamos que no hay que ser necesariamente "feminista" para ser considerada una Hereje Hormonal. Solo tenés que soltar un par de ideas ruidosas en una comida familiar/reunión con amigos y CHAN... sos la Che Guevara en la guerra de los sexos, la amenaza primera a la estabilidad conyugal, la oveja negra que contradice la "dócil naturaleza" de las mujeres, una mala influencia para madres, hermanas, novias y esposas.

No obstante, me vengo a topar con este artículo (remitirse específicamente al punto 4)

¡JA!