No me morí. Se agotaron las palabras, momentáneamente. Pero puedo postear algunas blogudeces así como de relleno. Y contar que ayer asistí a un casamiento en Campo de Mayo. Iglesia y milicia juntas. Mi persona la única que no rezaba el padrenuestro. Temí por la propia vida pero acá me tienen. Ahora probablemente mi nombre pulula en alguna lista negra junto a otros herejes pusilánimes.
Zurdita ante los fachos, frívola y “pro” para los peronistas. No me queda flanco libre. Si no vuelvo ya saben.
Cambiando de tema. La semana pasada quebré tendencia y por primera vez tuve sentimientos amorosos hacia un bebé. En todo el trayecto de Juramento a Agüero no pude sacarle mis ojos de encima a esa cosita rolliza y cachetona que trataba de hablarle a su mamá, sin manejar todavía los contenidos y reglas del idioma. Me bajé del subte y caminé tres cuadras con una sonrisa de Ronald Mc Donald.
Continuando con la racha, mi cuñada anunció que se casa con su novio de menos de 1 año de antigüedad. Mientras la flia chocaba copas de champagne yo lloraba en el baño.
Susanita está a full.
lunes, 23 de marzo de 2009
miércoles, 11 de marzo de 2009
Detalle técnico
Dentro del imaginario romántico femenino circulan ciertos ideales boludy-woodenses que, aunque muy alejados de la realidad, instalan una cierta categorización que divide las aguas entre el Príncipe Azul y un auténtico Sapo.
Bien conocido es, por ejemplo, el mito que se teje alrededor de la imagen del enamorado que observa a su amada mientras ella duerme.
Bueno. En nuestro caso Cheko bien podría acercarse a la realeza, pero como ahora usa un antifaz nocturno esto es, digamos, técnicamente imposible.
Bien conocido es, por ejemplo, el mito que se teje alrededor de la imagen del enamorado que observa a su amada mientras ella duerme.
Bueno. En nuestro caso Cheko bien podría acercarse a la realeza, pero como ahora usa un antifaz nocturno esto es, digamos, técnicamente imposible.
lunes, 9 de marzo de 2009
Hippie Chic
Porque sueño con un mundo más humanitario, libre y equitativo al mismo tiempo que el yugo consumista de la ropa y los zapatos me condena.
Porque estudié Sociología y Producción de Moda simultáneamente.
Porque puedo pasar de una lectura apasionada de Foucault a devorarme la última revista Vogue con la misma intensidad.
Porque tanto la heroína Minerva Mirabal -activista opositora durante la dictadura de Trujillo- como el carismático personaje de Carrie Bradshaw en Sex & The City me identifican.
Porque habito en el límite justo entre Recoleta y Balvanera (?)
Lucre, este galardón no podía ser más acertado.
¡Gracias!
Porque estudié Sociología y Producción de Moda simultáneamente.
Porque puedo pasar de una lectura apasionada de Foucault a devorarme la última revista Vogue con la misma intensidad.
Porque tanto la heroína Minerva Mirabal -activista opositora durante la dictadura de Trujillo- como el carismático personaje de Carrie Bradshaw en Sex & The City me identifican.
Porque habito en el límite justo entre Recoleta y Balvanera (?)
Lucre, este galardón no podía ser más acertado.
¡Gracias!
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