Los tipos ideales de los tipos

El tipo ideal fue un concepto elaborado por Max Weber a los fines prácticos de analizar las relaciones de dominación en sus diversas manifestaciones. Se trata de modelos abstractos; en la realidad dichas tipologías no se dan en estado puro sino que se combinan y se superponen dando lugar al maravilloso collage que es la vida (?).

Habiendo dicho esto, me persigno ante el genio y tomo prestada su metodología para aplicarla a una temática bien pelotuda. Y bueno, son los gajes de la abstracción a gran escala.

Dime cuál de los Valientes te gusta y te diré qué tipo de hombre te afloja las pantys:

Enzo Sosa


Este ejemplo representa el arquetipo universalmente reconocido bajo la voz anglosajona de bad boy. Rebelde, sucio y visceral. Hace y deshace a piacere. El eterno misterioso; nunca lográs descifrarlo del todo. En la mayoría de los casos, de infancia difícil y sombrío pasado. Su alma atormentada funciona como un imán que atrae tus más enfermizos instintos maternales. Superávit de testosterona y una inteligencia más bien callejera completan el irresistible combo, pero su inestabilidad y las reiteradas actitudes Peter Pan acabarán por romperte el corazón en mil pedacitos.


Leo Sosa


El típico líder del grupo. El Jack de Lost. Se construye a si mismo a base de empuje y convicción. No es tanta su inteligencia de facto como su habilidad para el self-marketing. Nunca pasa desapercibido, suele ser exitoso en todo lo que se propone y sus ideas se imponen a las del resto. La seguridad, el carisma y la fuerza que irradia te encandilan, a tal punto de exponerte a quedar en las penumbras de una relación en la que sólo se admite que uno de los dos brille… él.


Segundo Sosa


El hombre al que elegís para llegar juntos a viejitos. Sensible, compañero y sin vueltas. Llama la atención su inmensa capacidad de dar afecto, resiliente a las heridas del pasado. Es prácticamente perfecto: Se lleva bien con tu familia, adora a los niños, es sumamente comprensivo y te ama tal cual sos. Pero como sos mujer y, como tal, jodidita, a menudo te da la sensación de que el Segundo te toma demasiado por garantida y desearías que de vez en cuando, ponele, le pegara un toque la onda macho-celoso-dominante y lujurioso… así como para spice it up, que le dicen, ¿no?